miércoles, 26 de mayo de 2010

Més que un club


Soy un gran aficionado al fútbol, y sobre todo al Sporting de Gijón. Me encanta visitar y fotografiarme con las estrellas de los equipos que viajan al Molinón y por tanto, habitualmente les visito al hotel en el que se concentran. La mayoría de los equipos destacan por su hospitalidad con el público, incluso los grandes, como el Valencia, Atlético de Madrid, Sevilla y el Real Madrid tienen detalles con la afición. El 30 de Enero visitó Gijón el FC Barcelona. Era un día lluvioso, y el equipo blaugrana se alojó en el hotel La Llorea en el Infanzón. Había alrededor de 60 seguidores del equipo blaugrana esperandolos tras las vallas de seguridad. Tras un largo rato de espera, sobre las 12:20 del mediodía llegó una furgoneta en la cual estaban los importantes y conocidos directivos, salvo Laporta que estaba en un encuentro con las peñas en Avilés. Tras una aparatosa maniobra la furgoneta consiguió aparcar de espalda a la gente que allí estabamos, posiblemente para que los allí presentes no pudiesemos ver la salida de los directivos y su entrada al hotel. La gente responde esta actuación, que en mi opinión es grosera e irrespetuosa por parte de los directivos, coreando sus nombres para que se acercaran con ellos a sacarse unas fotos, pero fueron ignorados. 10 minutos más tardes llega la expedición blaugrana en su autobus. Éstos aparcan y los jugadores comienzan a salir encabezados por Pep Guardiola. Ninguno de ellos de digna a acercarse al público y únicamente Piqué, Iniesta y Pedro responden a los gritos de la gente con un leve saludo. Cuando todos entran al hotel, el autobús comienza a maniobrar y aparca en el parking trasero a las instalaciones. Comienza a llover, del cielo, y de los ojos de la gente que deseaba con toda su alma un autógrafo, fotografiarse o simplemente tocar a sus ídolos que tantas alegrías les habían dado y que ahora les daban esta gran tristeza. La lluvia hace que la mitad de la gente se vaya y únicamente 27 personas siguen allí intentando convencer al empleado del club que posee una lista con la que deja pasar a los que la gente, por los nervios llaman 'los enchufaos'. Pasa una hora y sólo quedan 9 personas. Entre ellas había un padre y un hijo. El hijo (de aproximadamente 10 años) le decía al padre, que cargaba con múltiples objetos con el escudo del club catalán:
- Papá, vamonos que cada vez llueve más y vamos a coger una pulmonía, para ver a la m***** del Barça.
A lo que el padre le respondió:
- Venga hijo, espera 15 minutinos más y si no sale nadie a vernos nos vamos.
El hijo insistía en irse pero su padre deseaba y buscaba por todos los medios poder colarse para ver a sus ídolos y que su hijo pudiera pasar un rato con ellos.
Quedabamos 9 personas y pese a la lluvia atronadora que caía, nadie dejo a las personas que estabamos allí acceder a las instalaciones. Finalmente, con una 'pingadura' increíble, nos fuimos desilusionados y con una sensación de rachazo total. ¿Esto es más que un club? Pues que sigan ganado muchos títulos...